En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

¿Es posible arreglar un colchón deformado?

Si duermes sobre un colchón deformado no vas a poder descansar bien. Dependiendo del material de tu colchón, el grado de deformación y tu masa corporal, la situación podrá ser tolerable por un tiempo o pasar a producir molestias que mermen tu calidad de vida además del propio descanso.

Pero ¿se puede arreglar un colchón deformado o hundido para que dure un par de años más?

Causas de la deformación de un colchón

Los colchones se pueden deformar de diferentes formas dependiendo de sus materiales, de la calidad de los laterales estabilizadores, del modo de uso y de las condiciones ambientales.

Conocer qué ha causado la deformación de nuestro colchón puede ayudarnos a prevenir que el daño. Y que este daño no se repita cuando compremos otro colchón nuevo que será pronto porque no hay grandes soluciones a un colchón hundido en el centro o que presenta bultos.

Causas habituales que acortan la vida útil de un colchón

Las causas habituales que acortan la vida útil de un colchón son:

  • Mala calidad en los materiales o haber elegido un colchón poco adecuado para nuestro peso corporal. La calidad de un colchón no tiene relación directa con su precio, pero sí es cierto que las personas con sobrepeso necesitan colchones de mayor espesor y evitar algunos materiales demasiados blandos como es la espuma.
  • Saltar sobre los colchones. No han sido concebidos para ser usados de esa manera. Tampoco para pasar largas horas encima de ellos en una postura para la que no han sido concebidos, como sentados leyendo.
  • Exceso de humedad. Si se derrama un líquido sobre el colchón se debería intentar secar el material cuanto antes, para evitar que la humedad acumulada termine degradando partes internas afectadas.
  • Limpiarlo con productos inadecuados como puede ser la lejía.

Puedes alargar el tiempo que tu colchón permanece en condiciones óptimas evitando las circunstancias anteriores y, de paso, volteándolo cada cierto tiempo. También es conveniente que se airee unos minutos al cambiar las sábanas y antes de colocarle cualquier cubierta.
colchón viscoelástico

¿Cómo saber si un colchón está deformado?

Los colchones deformados presentan protuberancias o hundimientos inusuales.

Hay que diferenciar entre lo que es un hundimiento de lo que es un apelmazamiento. Lo primero, el hundimiento, que es una anomalía en el colchón, se puede comparar al efecto que hace una hamaca colgada de un árbol, hace una U.

Es muy difícil que se hunda un colchón de muelles tradicionales o uno de espumación en el núcleo. Los colchones de muelles ensacados en el núcleo pueden tener algún defecto de fábrica y presentar un hundimiento, si esto ocurre, lo más lógico es que suceda en los 6 primeros meses de vida del colchón, porque se hayan roto o despegado los tejidos con los que se fabrican los saquitos que embolsan los muelles ensacados.

Un apelmazamiento es algo habitual en un colchón, y más en colchones muy gruesos o con fibras en las capas superficiales. Con el uso, el peso de nuestro cuerpo que suele apoyarse sobre los mismos sitios siempre va marcando, fijando, sobre la superficie lo que llamamos nuestra “huella”.

Este apelmazamiento, nuestra huella, se minimiza si damos al colchón el mantenimiento que requiere: girarlo cada 2 o 3 meses si el colchón está pensado para ser usado por una sola cara. Girarlo y voltearlo una vez de cada dos veces que se gira, si el colchón está pensado para ser usado por ambas caras.

El que el colchón vaya haciéndose a nuestro cuerpo, como un zapato de piel a nuestro pie, debe entenderse como un hecho positivo, una adaptación del producto a nuestro cuerpo, que con este apelmazamiento va favoreciendo la posición habitual de nuestros cuerpo sobre la superficie del colchón.

Según los materiales del acolchado un colchón apelmazará más o menos. Los acolchados son fibras naturales (microfibras, algodón, lana, lino…) que si están como acolchado más superficial, justo debajo de la tapicería del colchón, apelmazarán y mucho. ¿Y por qué se utilizan entonces? Porque aportan mucha transpirabilidad y comfort.

Si los acolchados son de espumaciones de alta densidad, a partir de 50 kilos, serán muy resilientes, y durante más tiempo recuperarán su forma original después de haber sufrido presión. De forma que a mayor densidad real, la función de formar huella ocurrirá con más naturalidad, pero también la de recuperar su grosor inicial. Los de menos densidad, apelmazarán más con el paso del tiempo.

De esta forma, también, aumenta la superficie del colchón sobre la que nos apoyamos, hay menor presión sobre nuestro cuerpo y se facilita la circulación sanguínea. No se duermen nuestros miembros, evitamos los micro-despertares nocturnos… en definitiva, mejora nuestro descanso.

¿Se puede arreglar un colchón hundido o deformado?

En general, no. Si hablamos de colchones viscoelásticos, es normal que con el uso se produzca un pequeño hundimiento en la zona donde dormimos. Mientras ese hundimiento sea inferior al 10 % del grosor y no nos afecte a la calidad del descanso, no deberíamos preocuparnos, y en caso de notar incomodidad podríamos alargar un poco la vida del colchón usando un topper también viscoelástico.

Hay países en donde sí se arreglan los colchones, habitualmente retapizando los colchones, cambiando las capas de los acolchados. Si decides cambiar el núcleo, el corazón del colchón -que está fabricado con una espumación, con muelles tradicionales o ensacados-, el coste será tan grande que te merecerá la pena comprar un nuevo. Pero las capas, también con un coste alto -aunque inferior-, si se pueden cambiar, descosiendo el tapizado y cambiándolo por uno nuevo. Y añadiendo nuevas capas de acolchado, sin desgaste, sin apelmazamientos, limpias e higiénicas.

Los toppers son una especie de colchones viscoelásticos muy delgados y manejables que se colocan sobre un colchón un poco gastado para prolongar su tiempo de uso o para poder dormir hasta que nos entreguen el colchón nuevo. Por las características físicas de los toppers y su escaso grosor, no permiten lograr un sueño reparador sobre un colchón muy dañado. Tampoco sirven para los casos en los que los bordes del colchón han perdido firmeza o cuando algún muelle se desplaza de su sitio.

La forma de alargar la vida útil de un colchón comienza por la elección de los materiales, teniendo en cuenta las necesidades especiales de la persona o las personas que los van a usar. También, se debe preservar el colchón de condiciones poco favorables como puede ser la humedad excesiva. El hecho de girar y dar la vuelta al colchón cada cierto tiempo y permitir que se airee cuando se cambian las sábanas ayuda a mantener sus cualidades. Aunque lo más importante, es la correcta elección del modelo, los materiales y los refuerzos a la hora de adquirirlo.

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