En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

Cómo elegir la firmeza de tu colchón si tienes sobrepeso

Firmeza de tu colchón

La firmeza del colchón es uno de los factores más importantes que debes tener en cuenta a la hora de la compra, en especial si tienes sobrepeso u obesidad. También debes prestar atención a la firmeza de los colchones en caso de padecer alguna lesión de columna. Si perteneces a alguno de estos grupos necesitas colchones firmes, pero ¿eso cómo se mide?

¿Qué es la firmeza de un colchón?

La firmeza de un colchón es una propiedad física íntimamente relacionada con su densidad. Para no confundir a los clientes, los vendedores de colchones solemos hablar de dureza partiendo de una escala cuantitativa que va desde el 1 (el colchón más blando) hasta el 6 (el colchón de máxima firmeza) o de una escala cualitativa que habla de colchón firme o blando, colchón intermedio y, en ocasiones, híbridos del tipo “firmeza media-alta”.

Que un colchón sea extra-firme, no se tiene que traducir en que no sea adaptable. Un colchón de máxima dureza en su núcleo pueden mantener alineada tu espalda, pero también descansada, sin puntos de presión, si cuenta con buenos acolchados. Los colchones más gruesos suelen ser más adaptables.

¿Cómo elegir la firmeza del colchón según tus características?

En función de tu masa corporal

Los colchones blandos solo son recomendables para niños o para personas de poca masa corporal y sin problemas de columna. A la inversa, estas mismas personas no tienen problemas si eligen un colchón de cierta firmeza siempre que tengan presente la otra variable vital a exigir a un buen colchón: la adaptabilidad.

En cambio, las personas con sobrepeso necesitarán un colchón de firmeza 4 en adelante, que a la vez sea adaptable, para evitar tanto los hundimientos como las sobrepresiones.

Si padeces de problemas de espalda o cadera

El efecto hamaca y un colchón con puntos de sobrepresión desalinean la columna vertebral durante las horas de sueño, por lo que quienes padecen de problemas de espalda, cadera o ciática se encuentran en una situación muy similar a la de las personas con sobrepeso a la hora de elegir un buen colchón.

Necesitan un colchón firme (firmeza 5) o muy firme (firmeza 6) y muy adaptable, grosores superiores a 30 centímetros.

Dependiendo de tu postura habitual al dormir

Si acostumbras a dormir de lado, los puntos de sobrepresión son más problemáticos y es posible que necesites, para un buen apoyo de la cabeza y cuidado de las cervicales, usar dos almohadas o bien una un poco más gruesa.

Para que la cadera y hombros hundan adecuadamente en el colchón, dejando la espalda lo más alineada posible, recomendamos colchones de muelles ensacados, más frescos, o de espumación HR, más adaptables.

Las personas que adoptan diferentes posturas durante el sueño, es decir, casi todas, nos beneficiamos de los colchones firmes elaborados en visco, látex o una combinación de ambos.

Recuerda que, en el caso de las personas obesas, si no eliges un colchón firme vas a necesitar compensarlo con un grosor extra del material.

¿Cómo hacer un colchón más blando?

No es un disparate incluir este apartado porque lo más probable si necesitas un colchón de cierta firmeza, en especial si lo eliges con núcleo de espumación HR, es que durante el primer mes de uso lo sientas un poco duro o más firme y menos adaptable de lo que esperabas.

Si el colchón lo recibiste enrollado, buena noticia, pues los poros de la espuma se habrán roto o abierto, con lo que consigues un núcleo más transpirable y una firmeza que no irá casi suavizándose con el tiempo. Tu colchón hoy, será casi igual de firme que dentro de unos años.

Y si el colchón lo recibes desenrollado -y su núcleo es de espuma hr- perderá firmeza con el paso de los años, como les ocurre a los cojines de los sofás, que con el uso, van siendo cada vez más suaves.

Por el contrario, si has comprado un colchón enrollado, recuerda dejar que el colchón ya  desenrollado se airee y tome su forma definitiva antes de comenzar a utilizarlo en tiempo que señale el fabricante (suelen ser unas 12 horas).

Si el colchón que has comprado es de muelle tradicional o muelles ensacados, solo envejecerán los acolchados, haciéndose más suaves. Si duermes en pareja, y alguno de los dos no puede soportar la firmeza del colchón, te recomendamos que compres un topper o colchoncillo, de tamaño doble o individual, y lo utilices temporalmente hasta acostumbrarte a la firmeza de tu nuevo colchón.

 

La firmeza de un colchón es lo primero en lo que te debes fijar, mucho antes que en el material que lo compone. No confundas un colchón firme con uno poco adaptable, ese problema ya se ha solucionado hace tiempo gracias a los materiales que ahora son frecuentes en los colchones más vendidos. Por el contrario, ten presente que son pocos quienes no se resienten al usar un colchón blando.

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