En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

7 consejos sobre cómo combatir la obesidad sin dietas milagro y cuidar tu cuerpo

La obesidad es un problema de salud. Se relaciona con una mayor incidencia de muchas enfermedades. En este artículo vamos a ofrecer algunos consejos sobre cómo combatir la obesidad y cuidar un cuerpo con sobrepeso sin hacer dietas milagrosas.

Los problemas de la obesidad se van haciendo más evidentes a medida que pasan los años, aunque también influyen variables como el sexo (las mujeres en edad fértil cuentan con cierta protección frente a accidentes cardiovasculares), el grado de obesidad (no es lo mismo el sobrepeso que la obesidad mórbida a efectos de afectación de la salud) y si el problema de exceso de peso corporal es reciente o se viene arrastrando desde la niñez o la adolescencia.

A partir de los 30 o los 40 años el metabolismo se hace más lento y cuesta más perder peso, por lo que algunos podemos sentirnos tentados a probar dietas rápidas, más conocidas como dietas milagro. Esto es un craso error, que compromete nuestra salud más que la propia obesidad en sí, por no hablar del efecto rebote de estas dietas desequilibradas.

La edad no es un impedimento para comenzar a perder peso de forma saludable, a nuestro ritmo y hasta donde buenamente podamos. Por ello, tanto si eres joven como si ya achacas los años de sobrepeso, vamos a ver cómo combatir la obesidad sin poner en riesgo tu salud, que es lo más importante.

Cómo combatir la obesidad

¿Cómo combatir la obesidad de manera saludable?

Los expertos recomiendan cinco comidas al día

Varias comidas al día, con todos los nutrientes.  Dependiendo de si padeces o no desajustes en el metabolismo de la glucosa y de tus horarios puede venirte mejor cuatro o hasta seis comidas al día. Lo que no te recomendamos es el ayuno intermitente porque produce más hambre y puede inducir bajadas de tensión cuando se realiza a la vez que ciertos trabajos.

Muévete

Camina durante largo rato, en llano o en cuestas, como mejor te venga. O baila. Haz lo que sea pero muévete, eligiendo actividades que no comprometan tus articulaciones, ya sobrecargadas por los kilos de más.

Un buen descanso resulta esencial

¿Sabías que cuando dormimos mal tendemos a engordar? Esto es así porque el insomnio y la mala calidad de sueño aumentan la apetencia por alimentos dulces y calóricos en un intento de combatir la fatiga producida por un descanso deficiente.

Si tu peso supera los 100 kg, ten en cuenta que solo algunos de los fabricantes de colchones han pensado en ti. Tampoco descansan bien las parejas que comparten cama y presentan una gran diferencia de peso entre ambos miembros, salvo que elijan un colchón adecuado. Y existen colchones para ambos tipos de usuarios, por lo que pueden asegurarte el descanso reparador que todo el mundo necesita.

Es una carrera de fondo

No se trata de adelgazar rápido sino de hacerlo bien y no recuperar el peso perdido. Por ello, no te agobies si algún conocido viene a contarte cómo perdió 30 kg en unos meses y tú vas a 2 kg al mes. La cuestión, repetimos, es hacerlo bien. El tiempo que nos lleve el proceso es lo de menos.

Evita refrescos azucarados y alimentos ricos en azúcares libres

Son otra forma de boicotear tu operación de reducción de peso, junto con el mal descanso. Cosas que parecen inofensivas pero no lo son.

Quiérete

Si estás bajando peso es porque te quieres, lo haces por ti. No permitas que te convenzan de lo contrario con argumentos como que si te quisieras no desearías cambiar. Tú vas a cambiar para encontrarte mejor, porque te valoras y te importa tu calidad de vida.

No permitas que el centro de tu vida sea la pérdida de peso

Es un error muy común cuando se deben perder muchos kilos de peso y la causa de que muchas dietas bien planificadas fracasen. Estás siguiendo una dieta y modificando unos hábitos de vida, pero no te has afiliado a ninguna secta. Tu vida debe ser la misma, en esencia, solo que añadiendo menos cantidad de comida al plato y moviéndote un poco más que antes. Si nos haces caso, no sentirás ese agobio o sensación de que una dieta es igual a un castigo.

Recuerda que, cuando se busca perder peso por salud, excepto en casos muy graves, por lo general no hay prisas en el sentido de que es más importante hacer las cosas bien que quedarse a medias, abandonar o caer en una depresión. Cuida tu alimentación, tus relaciones sociales, tu descanso y cuida también tu mente.

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