La natación es un deporte completo y adaptable a casi todo el mundo, con independencia de su edad. También es adecuado para personas con problemas que les hacen propensos a lesiones o les impiden la realización de deportes de impacto, permitiéndoles disfrutar de los beneficios físicos y psicológicos de una vida activa. Pero, ¿Cuántas veces nadar a la semana para estar bien, sin sobreentrenar y cómo debemos completar nuestro entrenamiento? ¿Cómo debe ser el descanso de un nadador?
¿Qué físico es el mejor para natación?
Lo que conocemos como cuerpo de natación o de nadador es diferente al llamado cuerpo de gimnasio. El físico de un nadador habitual suele tener silueta en forma de V, con hombros y espaldas anchas, y una buena proporción de masa muscular, por lo que una persona que nada de manera habitual, por lo general, no será una persona liviana.
Si nos fijamos en el porcentaje de tejido adiposo subcutáneo del físico de natación promedio, veremos que no es usual ver cuerpos demasiado fibrados, casi magros, aunque sí se puede decir que la mayoría de los nadadores poseen cuerpos con pocas redondeces.
Lo que sucede muchas veces es que una fina capa de tejido adiposo es suficiente para tapar la musculatura en reposo. Por eso, si vemos a un nadador o una nadadora profesional vestidos con ropa de invierno es probable que pensemos que es una persona grande, incluso esperamos encontrar michelines que en realidad no están ahí.
¿Cuántas veces hacer natación a la semana?
La respuesta es que depende de tu forma física de partida y de qué pretendes obtener nadando. Si ya acostumbrabas a realizar algún deporte y una lesión o el deseo de cambiar te llevan a probar con la natación para tonificar la musculatura o ganar masa muscular, lo ideal es que entrenes 3 días a la semana, alternando uno de descanso entre cada jornada de entrenamiento.
En cambio, si buscas afinar tu silueta, es mejor que nades cinco veces por semana con una intensidad ligera, para alargar la duración de los entrenamientos.
Un caso especial es el del aquagym con fines rehabilitadores, que puede completarse o no con unos minutos de natación. En estos casos, la práctica del ejercicio ha de ser tan suave como para permitir su repetición diaria, si se tiene la oportunidad. Eso sí, casi siempre necesitarás entrenar en una piscina climatizada.
La importancia del descanso de un nadador
Todo deporte se sustenta en tres pilares: entrenamiento, dieta y descanso. Es la manera de ver mejoras y reducir el riesgo de lesiones, y la natación no es diferente pese a que el agua minimiza los impactos bruscos sobre articulaciones y vértebras.
Descanso de un nadador es no sobreentrenar, pero sobre todo es dormir las horas necesarias y hacerlo bien, pasando por todas las fases del sueño para que sea reparador.
Al ser los nadadores, por lo general, personas con un elevado índice de masa corporal, aunque no suelan ser gente obesa, muchas veces necesitan un colchón adaptado a su peso, sin importar si les sobran kilos o no.
El descanso de un nadador es fundamental para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.
¿Qué otras maneras de mejorar los beneficios de la natación debes conocer?
Cuida la dieta y la hidratación
La dieta debe adaptarse a la edad y actividad física de cada persona, teniendo en cuenta necesidades especiales si las hubiese. Pero ¿sabías que mientras nadas también sudas? No lo notamos porque estamos inmersos en agua, aunque es cierto, la sudoración es la misma que con otro deporte cardiovascular de intensidad equivalente.
Por tanto, por favor, no descuides tu hidratación y presta atención a los electrolitos si gustas de pasar mucho tiempo entrenando. Ten en cuenta también cómo hay estilos de natación que suponen un mayor esfuerzo que otros.
Reparte tu tiempo
Salvo si eres de los afortunados con una piscina en su casa o en su comunidad de vecinos, la natación te va a plantear un problema: el tiempo que puedes dedicarle se va a ver muy reducido por los desplazamientos hasta las instalaciones.
En tales casos, puede apetecerte disfrutar más de tu hobby con dos sesiones largas a la semana en lugar de tres o cuatro más cortas. No lo hagas, podrías sobrecargar algunos músculos, sobre todo si eres un nadador principiante.
En la natación, como en muchos otros deportes, la periodicidad importa. La respuesta a cuántas veces nadar a la semana depende de tus objetivos y de la forma en que nades, pero existe un valor mínimo: por lo menos, tres veces por semana, con un día de descanso entre sesiones.