Cuando pensamos en dormir nos viene a la cabeza un ambiente de oscuridad, la noche más profunda. Sin embargo, hay personas que por determinadas circunstancias suelen dormir de día. En este post vamos a profundizar en las consecuencias de dormir de día.
La importancia del sueño
Un buen descanso o lo que es lo mismo dormir de media unas 8 horas cada día es fundamental para que nuestro cuerpo y mente se encuentren en un estado saludable. Durante el sueño reponemos las energías que hemos gastado en esa jornada y nuestra mente asimila los conceptos aprendidos, evitando la pérdida de memoria.
Si no descansamos bien, un síntoma de que nuestro sueño no es reparador lo sentimos nada más levantarnos. Nos despertamos con sensación de cansancio. Esto indica que el descanso no ha sido reparador. El sueño tiene gran importancia en todas las edades. En las más tempranas ayuda al correcto crecimiento de los más pequeños y en edades avanzadas a mantener nuestro organismo en estado saludable.
El reloj biológico o ritmo circadiano
Por norma general, los seres humanos somos diurnos, que quiere decir esto: nuestro reloj biológico se sincroniza con el ciclo día y noche. Necesitamos dormir de noche y vivir de día. Este ritmo circadiano es el que regula el funcionamiento de la glándula pineal que segrega la hormona del sueño, la melatonina. Cuando se reduce la luz, empieza la noche, comienza a segregarse y empezamos a sentirnos adormecidos, nos preparamos para el descanso.
El sueño diurno
El ritmo circadiano se ve alterado cuando por determinadas circunstancias nuestro horario de descanso coincide con las horas de Sol. Las personas que tienen trabajos nocturnos, o a turnos diferentes según el día, suelen sufrir insomnio. La razón es que su reloj biológico cambia y ha de adaptarse a una situación antinatural.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos recuerdan que alterar el ritmo circadiano incrementa el estrés y aumenta la presión arterial. Dormir de día tiene, por tanto, efectos negativos en la salud. El descanso no es tan reparador y la sensación de cansancio puede llegar a cronificarse, dando lugar a enfermedades más o menos graves.
Por mucho que intentemos recrear durante el día las condiciones de oscuridad, ausencia de ruidos… es más complicado que nuestro cuerpo responda correctamente segregando melatonina. Se padece lo que se denomina desarreglo hormonal.
Trastornos alimentarios
Dormir de día supone tener que amoldar nuestros horarios de comidas por completo. Entre los factores que siempre se nombran para tener un estilo de vida saludable está una buena y variada alimentación. Comenzar el día con un buen desayuno, seguir con un almuerzo ligero, una comida no muy copiosa, una pequeña merienda y una ligerísima cena, son los ideales para mantener un peso adecuado.
Al cambiar el reloj biológico, estos horarios de comida cambian por completo y es más difícil mantener una dieta saludable. El resultado en muchos casos lleva a padecer sobrepeso, e incluso obesidad y sufrir problemas de salud derivados a estas condiciones físicas: apnea del sueño, artrosis, enfermedades cardiovasculares…, son solo algunos ejemplos. En estos casos, os puedes ayudar acudir a un especialista para que valore vuestras condiciones personales y adapte la alimentación a tus horarios.
La siesta
Si durante la noche hemos tenido un mal descanso, nos costará mantenernos despiertos durante el día. En estos casos, cobra gran importancia una costumbre tan española como la siesta. Un descanso corto después de comer, que no exceda los 30 minutos, nos ayudará a sentirnos más despejados y reducirá los efectos de una mala noche.
Desde ColchonesXXL.es os recomendamos acudir a un médico en caso de sufrir insomnio prolongado, sentir cansancio o fatiga crónica. Son ellos los que deben marcar el tratamiento. Es importante no automedicarse ni acudir al uso de medicamentos que ayudan a dormir como los somníferos sin que sean pautados por un profesional médico.