Especialista de cine o doble de riesgo: consejos para desarrollar este trabajo

Si ya eres especialista de cine o ser doble riesgo es tu trabajo, estás al tanto de los peligros y de la excelente forma física y mental que precisas. El riesgo de lesiones es elevado, incluso con todas las precauciones hay que lamentar accidentes.

Si te interesa ser doble de riesgo como trabajo por sí solo o ya eres actor y te preguntas si puedes hacer como Jackie Chan, que rueda él mismo todas sus escenas. Te contamos qué condiciones mínimas necesitas y cómo debes cuidarte.

Qué hacen un especialista de cine y un doble de acción

Ser especialista de cine tiene diferentes exigencias dependiendo de si realizas tus doblajes durante pases en directo o puedes contar con la ayuda de dispositivos que se borren antes de la proyección de la secuencia. También hay que hacer distinciones en función del tipo de película. Por ejemplo, hay especialistas encargados de producir accidentes controlados en coches, mientras otros ruedan escenas complicadas de artes marciales o encarnan a un personaje en escenas de las películas llamadas de capa y espada.

En todos esos casos, el parecido con el actor al que se sustituye no es lo más importante. Aunque si hablamos de los pases en vivo, sí se requiere de una complexión similar. Hablando de complexión, alguien capaz de correr, saltar, escalar o bucear para rodar secuencias peligrosas es un deportista profesional. Tanto si compite como si no. Por ello, debe cuidar su descanso como cualquier otro deportista de alto rendimiento y es probable que sea una persona bastante pesada porque debe ser musculosa.

Escapistas, contorsionistas y otras personas con habilidades físicas especiales pueden llegar a ser los dobles de riesgo perfectos para ciertas secuencias.

Consejos para ser un buen especialista o doble de acción en cine

Salvo si un actor se encuentra preparado y desea hacerlo. A los dobles les corresponde siempre rodar escenas peligrosas o de mucha complejidad física. Por tanto, un especialista de cine suele exponer su vida y su salud en su trabajo. Como las exponen bomberos o socorristas.

A los tres pilares del cuidado del deportista, dieta, entrenamiento y descanso, hemos de sumarle el cuidado de la salud emocional. Aunque lleves un traje ignífugo, cuando te veas envuelto en llamas durante unos segundos puedes entrar en pánico y olvidar esa postura a realizar o a evitar, produciéndose un accidente.

La resistencia frente a la ansiedad en situaciones de peligro reales se cuida. En gran medida, asegurándose un buen descanso todas las noches. Para ello, siempre ayuda dormir sobre un buen colchón, que, en el caso de la mayoría de los dobles, debe adaptarse a un peso generoso.

Al hablar de buen colchón no nos limitamos a las variables de firmeza y adaptabilidad, sino que incluimos la transpirabilidad y la selección de cubiertas y sobrecubiertas para modificar la sensación térmica.

Dos personas de igual masa corporal suelen necesitar un colchón diferente con respecto a los requisitos mínimos. A medida que la persona es más pesada o más voluminosa, estas diferencias entre usuarios tienden a ser más acusadas.

En el caso de los dobles de riesgo, los requisitos mínimos relacionados con las horas de sueño efectivo son los mismos que los de deportistas profesionales.

Ser doble de riesgo es un trabajo complicado, peligroso y no apto para personas con lesiones, algunas enfermedades crónicas o poco manejo de los nervios en situaciones de peligro. El riesgo y las complicaciones aumentan en el caso de los dobles que trabajan realizando pases en directo o frente al público. Por ejemplo en algunos parques temáticos.

Un especialista de cine debe prepararse física y mentalmente durante todo el año. Tanto si tiene en ese momento trabajo como si no. Para el entrenamiento físico y mental resulta imprescindible un sueño reparador.