En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

Cómo ser socorrista: rutina de descanso y entrenamiento

Si eres buen nadador, te encuentras en buena forma física y no tienes problemas que desaconsejen la exposición solar, tal vez desees saber cómo ser socorrista. Te lo contamos en este post.

Hablamos de una profesión como la de bombero, que requiere de una serie de aptitudes físicas y mentales, y suele ir acompañada de un fuerte componente emocional. Es difícil saber cómo se miden cosas como la vocación, por ello cuando hablamos de cómo ser socorrista solemos centrarnos en las pruebas físicas.

¿En qué consisten las pruebas para ser socorrista?

Aunque no es igual ser socorrista en un mar como el Cantábrico a trabajar en unas piscinas municipales, las pruebas físicas para ser socorrista son bastante uniformes. Con unos requisitos mínimos que sobrepasen la condición física y mental necesaria para hacer frente a los salvamentos más habituales. Dicho de otro modo, los mínimos de las pruebas de socorrismo ya contemplan que las cosas pueden complicarse y, además, el puesto depende no solo de rebasar esos mínimos, sino de estar entre los mejor preparados.

Cómo ser socorrista

Y aquí queremos recordarte la importancia de unos hábitos de vida adecuados no solo para el entrenamiento físico, que también, sino para la salud mental: dieta, entrenamiento y descanso de calidad. No podemos proseguir sin reparar en la importancia de mantener la calma en situaciones de peligro tanto para la persona accidentada como para el profesional, una de esas variables no cuantificables.

Qué requisitos debes reunir: habilidades y características físicas

Si te estás preguntando si tú puedes ser socorrista porque, a priori, te interesa este trabajo y sabes que te encuentras en buena forma física y además eres capaz de mantener la calma en situaciones estresantes, toca hablar de qué habilidades físicas precisas y cómo debe ser el entrenamiento de un socorrista o el de un aspirante al puesto.

Cuando se es socorrista, los periodos de inactividad pasan factura, por lo que el entrenamiento, la dieta y el buen descanso deben ser una rutina que se ha de mantener durante todo el año, tanto si trabajas como si no, en caso de que desees reengancharte el año siguiente.

Es evidente que precisas saber nadar y bien, aunque muchos se sorprenden cuando se les explica que no hace falta una técnica muy depurada, sino efectividad en, al menos, crol y braza. Por lo demás, sueles necesitar un curso donde te enseñen cómo entrar en el agua al estilo socorrista y cómo debes sujetar a la persona que se está ahogando para remolcarla. También necesitas entrenar con diferentes materiales de apoyo como son aros y salvavidas.

Fuerza física

En cuanto a las características que precisa un socorrista, si bien es cierto que no se evalúa tu masa corporal o la definición de tus músculos, también es verdad que los socorristas suelen ser personas, hombres y mujeres, bastante grandes.

Por un lado, la combinación de fuerza, velocidad y resistencia las obliga a tener un porcentaje elevado de masa muscular, tanto si uno está definido como si tiene el famoso flotador abdominal.

Pero, además, por lo general, cuanto más alto eres, mayor es tu capacidad pulmonar. La capacidad pulmonar y la potencia ventilatoria son vitales para poder llevar a cabo rescates complicados o resistir más tiempo bajo el agua hasta lograr dar con una persona que ya se ha hundido por un calambre o una pérdida de conocimiento.

Ahora ya sabes por qué muchos socorristas, hombres y mujeres, son altos y de espaldas anchas.

Cómo ser Socorrista

¿Por qué es importante tener un buen descanso como socorrista?

No es posible progresar en un entrenamiento de cierta intensidad para fuerza o resistencia si no descansas bien y el número de horas que precises. Al hablar de descansar bien nos referimos a lograr pasar por todas las fases del sueño, hasta lograr completar el ciclo de la fase REM. En cuanto a las horas mínimas de sueño de calidad que necesitas, dependen de tu edad, nivel de entrenamiento y de otros factores, el mínimo se encuentra en 2 horas más de las que precisarías en caso de no estar entrenando para ser socorrista o para no perder las habilidades físicas adquiridas.

Recuerda que tu mesa corporal seguramente aumente a medida que avanzas en tu entrenamiento, pues necesitas mucho músculo, con independencia de si eres una persona fibrosa o con tendencia a las redondeces.

Colchón adecuado

Tu colchón de siempre puede no ser lo suficientemente firme para asegurarte el descanso conforme vayas ganando para presentarte a las pruebas. Si a esto le sumamos la ventaja adicional con la que parten casi todas las personas muy altas, por poner enfrentarse mejor a las pruebas de apnea, verás que no te sirve cualquier colchón para descansar bien. Necesitas uno adaptado a tu tamaño o, mejor dicho, a tu peso.

Si no sabes cuál será tu peso aproximado cuando te presentes a las pruebas de socorrista y mientras dure tu trabajo como tal, o si vas a llegar a las mismas con más o menos grasa corporal, que influye en la sensación térmica al dormir, te recomendamos ponerte en el peor de los escenarios antes que quedarte corto. Sí, igual que haces con tus entrenamientos. Un colchón de calidad pensado para una persona de, pongamos, 150 kg brinda con creces un buen descanso a otra con una complexión similar, pero que pese 125 o incluso 100 kilos.

Retomamos lo que comentábamos antes sobre la necesidad de tener una buena salud mental, con resistencia a la ansiedad que siempre aparece durante un rescate real, porque si no descansas correctamente tu entrenamiento se va al traste y aparecen las lesiones, pero también tu salud mental se resiente. Y, cuando no llegas al nivel mínimo de salud mental o nervios de acero, no importa que seas el mejor atleta del mundo si de lo que se trata es de lograr ser socorrista. Recuerda que estamos hablando de vidas humanas, no del entrenamiento con maniquíes o lastres.

Rutina perfecta para superar las pruebas de socorrismo: entrenamiento y hábitos

Existen pruebas de socorrismo más duras que otras porque no es lo mismo nadar en agua dulce que salada, con o sin oleajes, necesitar sumergirse varios metros de repente o lograr hacer pie.

Dado que la mayoría de los puestos de socorrista se convocan para trabajar en piscinas y áreas acuáticas deportivas, vamos a centrarnos en cómo entrenar para prepararse bien ante esa pruebas, teniendo claro que hay rescates y puestos que tienen mayor nivel de exigencia.

Entrenamiento de un socorrista

Una buena rutina de entrenamiento si deseas ser socorrista en piscinas o en playas donde hay veraneantes de todo tipo es la siguiente:

  • Nadar 300 metros a estilo crol o braza, sin descanso, en menos de 8 minutos. Una vez logres este objetivo con cierta facilidad, puedes aumentar la dificultad sumando metros de nado o intentando batir tu propio récord de tiempo.
  • Natación combinada versión 1: 50 metros de nado de socorrista a estilo crol mirando al frente, con material de rescate (aro salvavidas, brazo de rescate o lata de rescate). Simulación de control efectuado sobre una víctima con el material de rescate (se puede utilizar un maniquí lastrado), y remolque de al menos 50 metros con la víctima, en un tiempo inferior a 3,30 minutos. A mayor marca de tiempo, mejor, como en el punto anterior.
    Continúas con una simulación de la extracción de la víctima del agua y maniobras de RCP sobre un maniquí nada más alcanzar la orilla.
    La extracción y la reanimación cardiopulmonar (RCP) no se cronometran. En caso de no superar la extracción o la RCP, se tendría que repetir la prueba entera.
  • Natación combinada versión 2: 50 metros de nado de socorrista a estilo crol mirando al frente, esta vez sin material, seguido de apnea hasta llegar a la víctima. El maniquí que hace de víctima estará colocado en el fondo de la piscina a 15 metros.
    Simulación de control efectuado sobre la víctima y remolque de 35 metros con la víctima pasiva, en menos de 3 minutos. Volvemos a repetir que aquí, según mejoras en tu entrenamiento, puedes ir aumentando la dificultad con la distancia o con la reducción del tiempo máximo que consideras válido.
    Debes entrenar ambas versiones de natación combinada, no elegir entre una u otra.

Fortaleza mental

Si te estás pensando en ser socorrista como un empleo más, detente. Piensa que hay vidas en juego y que no sirve cualquier persona que sea capaz de superar las pruebas de fuerza, velocidad y resistencia exigidas. Cuando se habla de cómo ser socorrista, pocas veces se presta atención a la parte emocional, a la salud mental, lo que lleva a muchos aspirantes a decepciones.

Si tienes vocación o sabes que respondes bien ante situaciones de peligro, para ti o para otra persona, entonces es cuando toca ver en qué consisten las pruebas de socorrismo para el puesto que te interesa y cómo debe ser tu entrenamiento. Recuerda que hay un entrenamiento de cara a superar las pruebas del examen, otro entrenamiento de mantenimiento y toda una rutina de hábitos saludables para mantener tu forma física y tu salud mental. Un buen descanso es esencial para cualquier socorrista, personas que, por cierto, suelen tener unas necesidades particulares la hora de dar con un buen colchón y una almohada adecuada. Si tienes dudas acerca de qué colchón necesitas, contáctanos y estaremos encantados de ayudarte.

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