Aunque por diferentes motivos, son pocas las personas que pueden disfrutar de un sueño profundo y reparador de manera habitual. De hecho, es tan común no experimentar el sueño profundo como para que caigamos en el error de pensar “ya lo solucionaré, total duermo X horas cada noche”.
El sueño profundo es vital para preservar la salud y la calidad de vida. No podemos garantizarte que lo logres todas las noches, pues como decíamos hay un sinfín de factores que merman la calidad del sueño, pero sí queremos ayudarte a responder a esa pregunta recurrente de muchos adultos: ¿cómo aumentar mi sueño profundo?
Importancia de tener un sueño profundo
Desde hace tiempo se sabe que el sueño tiene una serie de fases o etapas sucesivas, siendo la última la famosa fase REM (rapid eye movements).
Para descansar correctamente, conseguir realizar los procesos de regeneración que tienen lugar mientras dormimos y poder fijar los recuerdos, es necesario pasar por todas esas fases.
Pasar una noche en vela o dormir mal unos días en los que un resfriado nos dificulta el descanso no tiene consecuencias devastadoras, pero sí las tiene el que esos problemas se repitan.
Se ha comprobado que la privación de sueño profundo mantenida en el tiempo aumenta el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas como algunas demencias, el Parkinson y el Alzheimer, o bien acelera la edad de aparición de los primeros síntomas. También existe relación entre la falta de sueño profundo y trastornos metabólicos, incluyendo problemas de diabetes y obesidad.
Por ello, es importante cuidar la higiene del sueño hoy y en el futuro, no solo para poder rendir bien al día siguiente sino como un seguro de salud. La higiene del sueño es uno de los pilares básicos a la hora de aumentar el sueño profundo, aunque hay más factores implicados.
¿Por qué no tengo un sueño profundo?
La respuesta a esta pregunta puede ser única o una combinación de varias de las siguientes posibilidades:
- Por malos hábitos de sueño, incluyendo horarios regulares y exposición a luz azul poco antes de acostarse.
- Porque experimentamos algún dolor de moderado a severo, bien sea puntual, bien sea recurrente.
- Por estrés, ansiedad o depresión.
- Por contaminación acústica o porque las condiciones de temperatura y humedad ambientales no son adecuadas.
- Porque hemos elegido mal el colchón y la almohada en los que descansamos o porque ya toca renovarlos.
- Porque pasamos algo de frío o algo de calor, porque no tenemos el abrigo adecuado para dormir.
Consejos para aumentar el sueño profundo en tu descanso
Si despiertas con la sensación de que no has dormido lo suficiente pese a haberlo hecho, algo va mal. Lo más probable es que sufras de microdespertares aunque no los recuerdes o que tu sueño no pase por todas las fases para sus funciones.
Prueba con estos consejos y, en caso de persistir el problema, no dudes en consultar con un especialista.
Cena ligero o temprano
Es uno de los factores más sencillos de controlar. No te acuestes estando realizando la digestión de una cena copiosa, porque puedes tener problemas para conciliar el sueño o dormir con pesadillas, agitación, etcétera. Tal vez te estés preguntando por qué no tengo un sueño profundo y la respuesta esté en tu agenda.
Cánsate durante el día
Lo mejor para conciliar el sueño y dormir bien es llegar a la cama cansado.
Si una noche apenas has pegado ojo, no caigas en el error de no seguir con tus tareas normales al día siguiente a pesar de que se hagan más difíciles. Procura hacer algo de ejercicio para combatir el estrés y para cansar el cuerpo.
Evita los estimulantes
Hablando del estrés, no abuses del consumo de estimulantes como pueden ser la cafeína, presente en muchos comprimidos naturales contra el cansancio y en refrescos, en concentraciones muy superiores a las de café o el té. No necesitas renunciar al café del desayuno salvo si te sienta mal, o a un té a media tarde, pero procura no ingerir estimulantes desde unas seis horas antes de acostarte.
Si tomas adaptógenos o ciertas vitaminas, hazlo por las mañanas y respeta el horario pautado para tomar medicamentos con los antidepresivos.
Elige un buen colchón
Un adulto pasa cerca de un tercio de su vida durmiendo. Aunque se den todas las condiciones para caer en la cama y dormir como un tronco, si tu colchón no es bueno no vas a lograr alcanzar la necesaria fase REM.
Bueno no significa caro, sino firme y adaptable a la vez, y que tenga en cuenta posibles necesidades especiales en caso de haberlas: mayor firme si sufres sobrepeso o lesiones de columna, fundas que mejoren la sensación térmica en invierno y en verano, materiales transpirables si eres una persona con tendencia a sudar mucho y así podríamos continuar enumerando circunstancias con sus correspondientes soluciones.
Es evidente que, así como necesitas un colchón adecuado a tu peso y posibles lesiones, tu almohada también debe ser óptima. Al igual que sucede con los colchones, no existe un único modelo perfecto para todo el mundo, ni siquiera un único material. Nosotros seleccionamos siempre los más versátiles, capaces de asegurar el descanso a personas sin necesidades especiales, a gente con sobrepeso y a quienes tienen problemas de espalda.
Fármacos solo si los aconseja el médico
En la mayoría de los casos, los fármacos no son la solución a un sueño poco profundo, aunque a veces se hacen necesarios durante un corto periodo de tiempo para romper con una rutina de sueño y vigilia alterada. Tampoco te recomendamos consumir medicamentos de venta sin receta de manera continuada sin la aprobación de tu médico, pues pueden causar problemas a largo plazo cuando buscas cómo aumentar el sueño profundo y descansar mejor.
Muchos clientes se interesan por cómo descansar mejor, pero pocos nos preguntan cómo aumentar mi sueño profundo, seguramente pro desconocimiento. No basta con dormir X horas cada noche, sino que es importante hacerlo de manera ininterrumpida y pasando por todas las etapas del sueño. En caso contrario, la salud se resiente.
Por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar ese sueño profundo aunque siempre debes partir de un buen colchón y una almohada o varias que se adapten a tus necesidades particulares.