Vamos a hablarte del entrenamiento y descanso de un militar. Por si tienes curiosidad, vocación o eres militar y quieres alinearte a lo adecuado, seguir una rutina de ejercicio y descanso equilibrada.
La rutina de entrenamiento militar es dura, entre otras cosas por conseguir resultados en un mes. El programa de entrenamiento físico militar se ha popularizado entre aficionados al deporte y al bodybuilding en general por la baja inversión económica necesaria para llevarla a cabo: se suele aprovechar el propio peso del cuerpo, unas cuerdas y el suelo.
Pero no es lo mismo realizar ejercicios propios de militares dos o tres veces por semana que ser un militar o una persona con su nivel de entrenamiento y sus características físicas. Porque, como bien saben los aficionados al bodybuilding, no es posible obtener resultados con ciertos entrenamientos si no se asegura también la dieta y el descanso correcto.
Tal vez tu estilo de vida se asemeje más de lo que piensas al de los militares, en cuyo caso necesitas cuidarte igual que ellos. Este artículo te va a interesar, vas a conocer el habitual entrenamiento y descanso de un militar.
Cualidades y características físicas de los militares
Los militares entrenan durante todo el año, pero llevan a cabo rutinas de entrenamiento especiales antes de ejecutar ciertas maniobras, al menos dos veces al año. El cuerpo no soportaría los ejercicios del entrenamiento militar intensivo durante todo el año, uno tras otro.
Como sucede con el culturismo y cualquier rutina enfocada en aumentar la masa muscular, es necesario tener periodos de ganancia de masa alternados con otros de pérdida de volumen, por lo que la rutina varía con las estaciones.
Pero en el caso de los militares profesionales se precisa también un entrenamiento mental militar, para ser capaces de reaccionar correctamente en circunstancias donde la mayoría de la población se quedaría paralizada por la ansiedad. De esta manera, la combinación entrenamiento-dieta-descanso de los militares profesionales debe ser todavía más cuidadosa que en el caso de los deportistas de élite. Es como un taburete de tres patas, muy sólido, pero incapaz de mantenerse en equilibrio si una de ellas se rompe.
A la necesidad de ser una persona capaz de conservar la lucidez en circunstancias extremas debemos sumarle que los entrenamientos militares no son aptos para todo el mundo: se necesita partir de una muy buena forma física para comenzar con ellos sin lesiones. Si tú no tienes todavía la masa muscular mínima o el fondo físico necesario para entrenar como un soldado, debes conseguirlo con los métodos de entrenamiento tradicionales, que requieren un mínimo de entre 3 y 6 meses de trabajo constante, dieta y, de nuevo, descanso en calidad y cantidad.
Tampoco puedes someterte a una rutina de entrenamiento militar con ciertas edades, aunque sí es posible adaptarla para lograr beneficios sin comprometer tu salud.
Pero ¿Qué caracteriza a los militares en general, sin importar si son de un país u otro, de tierra, mar o aire?
- Elevada proporción de masa corporal y bajo porcentaje de tejido adiposo subcutáneo. No se trata de buscar la definición de los músculos, sino la potencia en su desempeño, junto con la resistencia. Por este motivo, los militares tienen una masa corporal elevada, aunque muchos puedan presumir de no tener problemas de acumulaciones adiposas localizadas.
- Un cuerpo con un metabolismo acelerado por el porcentaje de masa muscular y el ejercicio, que hace que sus requerimientos nutricionales sean diferentes a los de la mayor parte de la población. Por mucho que se cuide la dieta, la suplementación estacional suele ser necesaria. Recuerda que la comida deshidratada se reserva para las misiones y que el resto del año se cuidan al milímetro la dieta y el descanso.
- Resistencia muscular y mayor aprovechamiento del oxígeno. No se trata de lograr potencia en condiciones óptimas, sino de ser capaz de llevar al cuerpo al límite y que siga respondiendo. Por eso se precisa que una parte del entrenamiento sea anaeróbico, por series cortas o bien realizado en altitud.
Consejos: cómo tener una buena rutina de entrenamiento y descanso de un militar
Dieta
No existe una dieta para el militar profesional como tal, sino que se estudia y adapta la dieta a cada persona en concreto. Al menos, cuando se entrena en condiciones no especiales.
Sin embargo, la dieta de alguien que entrene de esta manera debe asegurar un buen aporte de proteína de alta biodisponibilidad y también un mínimo de carbohidratos.
También precisa comer cada ciertas horas, respetando horarios rigurosos. No puedes ingerir en el desayuno lo que te corresponde a la hora de la cena y viceversa, como tampoco puedes variar tus rutinas diarias porque sí.
Descanso
Hablando de rutinas, los militares deben descansar bien, entendiendo por ello tener un mínimo de horas de sueño de calidad. De hecho, precisan dormir un poco más que la gente no sometida a entrenamientos tan duros, y deben hacerlo en condiciones óptimas: un buen colchón, adaptado a su elevada masa muscular y a su cuerpo magro, en el que se controlen las posibles molestias debidas a una temperatura poco adecuada, y una almohada ergonómica.
Los militares no precisan, por lo general, de colchones ergonómicos porque si tienen lesiones importantes no pueden estar en activo. Sin embargo, su colchón debe ser firme con su masa corporal sin comprometer la adaptabilidad porque las sobrepresiones aumentan el riesgo de lesiones.
Entrenamiento mental
Del entrenamiento mental militar se ocupa personal debidamente formado. Es este personal quien segmenta, por así decirlo, a los soldados para establecer hasta dónde puede llegar cada uno. Las personas más capacitadas serán sometidas a un entrenamiento mental superior para poder confiarles misiones más difíciles.
Entrenamiento físico que requiere de una buena forma física previa
Repetimos este punto para volver a los tres pilares mientras uno se prepara para comenzar con el entrenamiento militar y para dejar constancia de lo fundamental del entrenamiento que se lleva a cabo entre estos periodos más intensos, los que ganan adeptos entre deportistas no siempre preparados. Recuerda, hay tres pilares y si uno falla habrá consecuencias, casi siempre en forma de lesiones físicas y, a veces, también con problemas de ansiedad o depresión.
El entrenamiento militar incluye una dura rutina de ejercicios que no tendrán efectos positivos si no se acompañan de dieta adaptada y un buen descanso. La rapidez en los resultados de los ejercicios militares a la hora de aumentar la masa muscular y la resistencia está llevando a deportistas y aficionados a adoptar estas rutinas de ejercicio, a veces sin contar con la preparación previa necesaria. Si deseas entrenar de esta manera, pero todavía no estás preparado físicamente, puedes irte acondicionando mientras respetas la regla de oro: ejercicio, dieta y buen descanso.