Las inyecciones para adelgazar han irrumpido como una herramienta revolucionaria en el manejo del peso, especialmente para personas con obesidad o sobrepeso que tienen problemas para adelgazar mediante métodos convencionales y suelen necesitar productos como los nuestros, de colchonesXXL.es
¿Cómo se llama la inyección para adelgazar? Las más conocidas son Wegovy, Saxenda y Ozempic, pero hay más marcas con diferentes principios activos. Cada uno de estos fármacos actúa sobre el metabolismo de manera diferente, pero todos tienen algo en común: imitan o potencian la acción de las hormonas incretinas, que están relacionadas con la regulación del apetito y la glucosa en sangre. En esta comparativa de inyecciones para adelgazar vamos a ver las características de cada uno de los fármacos.
Actualmente, existen varias opciones en el mercado. Estos fármacos hacen la función de la GLP-1, una hormona natural que todos tenemos y que se libera tras las comidas. Por lo que no solo reducen el apetito estos medicamentos, sino que también hacen que el vaciado del estómago sea más lento, lo que ayuda a la reducción de ingestión de alimentos, pues la saciedad llega antes y dura más tiempo.
Los inyectables para adelgazar más baratos
No es un tratamiento barato, lo que generado incluso un mercado negro que lo comercializa ilegalmente y a menores precios. Se han detectado robos en farmacias con este fin.
El paciente va acostumbrándose a las dosis, y de igual forma que los efectos secundarios van minimizándose, también se va perdiendo la sensación de saciedad y se necesitan, cada vez, dosis mayores para conseguir el mismo efecto y seguir perdiendo peso.
Es entonces poco científico comparar los inyectables, de diferentes dosis, por precio. Pero sí que podemos aproximarnos a estos resultados y decir que, los fármacos de mejor precio serían el Ozempic, Rybelsus y Trulicity.
Con qué inyecciones pierdes más peso
Partimos de un IMC (Índice de Masa Corporal) superior a 30 o de 27, si el paciente sufre alguna patologia asociada a la obesidad (diabetes, enfermedades cardiovasculares…). Tu IMC lo puedes averiguar con una sencilla operación matemática: debéis dividir vuestro peso en kilogramos, entre vuestra estatura expresada en metros dos veces.
Peso / (Estatura x Estatura). Por ejemplo: Si vuestro peso es de 88 kg y vuestra altura es de 1,77 m, vuestro IMC = 88 / (1,77 x 1,77)=28,08
Desde este peso inicial e IMC, el endocrino deberá marcar la pauta y establecer un objetivo. Un Índice de Masa corporal adecuado estará entre 24 y 28, aunque será el endocrino el que en cada caso determinará qué es lo adecuado.
El fármaco inyectable que mejores porcentajes de pérdida de peso obtiene, según estudios médicos, es Monjauro, después Wegowy.
A continuación vamos ha hablar específicamente de algunas de ellas, todas están indicadas para personas obesas sin otro tipo de enfermedades asociadas. Siempre, lo recordamos, deben ser recetadas y administradas con la supervisión de un médico. Hay otros fármacos, con buenos resultados, pero más específicos para otros pacientes (Incivree, por ejemplo, para pacientes con obesidad asociada al síndrome Bardet-Biedl SBB).
Ozempic y Wegovy
Ozempic y Wegovy contienen semaglutida, un análogo del GLP-1, una hormona que se libera en el intestino tras la ingesta de alimentos. La semaglutida actúa reduciendo el apetito y aumentando la sensación de saciedad, por lo que se reduce sin esfuerzo la ingesta calórica. Imita a una hormona intestinal llamada péptido-1, que se dirige al cerebro, en donde se regula el apetito.
Las inyecciones para adelgazar Wegovy están específicamente diseñadas para la pérdida de peso, y de hecho ha demostrado una mayor eficacia en la reducción del peso corporal en comparación con otros fármacos similares. Por su parte, el Ozempic está aprobado principalmente para controlar los niveles de glucosa y tratar la diabetes tipo 2 y se estima que consigue unas pérdidas de peso de entre el 10 y el 15%.
En ambos casos, requieren un pinchazo semanal. Y dosis que el médico, si el paciente las asimila bien, deben ir subiendo en su dosis (desde 0,25 miligramos, que es la dosis inicial, hasta 2,4 mg que es la recomendada) en el caso de Wegowy.
La pluma de 4 dosis de Ozempic, desarrollada por la farmacéutica Novo Nordisk, cuesta 128,15 €, mientras que la de Wegovy tiene un precio de 179,89 € para los inyectables de 0,25/0,50/1 mg; 232,87 € para los inyectables de 1,7 mg; y 292,03 para los inyectables de 2,4 mg. En todos los casos, requiere de receta por un medico, y la administración pública no lo va a financiar de ninguna manera.
Saxenda
Fue el primero en autorizarse en España. Saxenda, cuyo principio activo es la liraglutida, también es un análogo del GLP-1, pero su dosis y formulación están orientadas específicamente para la pérdida de peso en personas con un índice de masa corporal muy elevado. Al igual que los fármacos con semaglutida, Saxenda disminuye el apetito y ayuda a controlar la ingesta de alimentos.
Su eficacia es ligeramente inferior, aunque sigue siendo una opción muy interesante, especialmente para aquellos que buscan alternativas con más tiempo en el mercado. Se pincha a diario y la pérdida de kilos media es del 8% respecto al peso inicial.
Es un inyectable de administración diaria. La caja contiene 6 mg/ml (6 miligramos de fármaco -soluto- por cada mililitro de volumen de la disolución). El precio es de 185,81 € cada caja de 5 plumas de 3 ml; y de 283,05 € la caja de 5 plumas inyectables.
Rybelsus
Rybelsus es otro fármaco basado en la semaglutida. En este caso puede ser de administración oral y de administración diaria, o como inyectable, semanal. Su posible ingestión oral lo diferencia del resto de tratamientos, y posibilita su uso para aquellas personas que prefieren no inyectarse.
Es para quienes prefieren evitar la inyección para adelgazar. Su mecanismo de acción es similar al de Ozempic y Wegovy, pero su efecto en la pérdida de peso suele ser menor en comparación con las versiones inyectables.
Hay muestras de pacientes que tomaron Rybelsus para la diabetes tipo 1 que perdieron hasta 4,5 kg; lo que se correspondió a un 10% de su peso corporal después de 52 semanas de tratamiento.
Las dosis diarias son de 3, 7 o 14 miligramos. En las cajas vienen 30 comprimidos. Lo adecuado es empezar con la dosis más pequeña (3 mg) y después de 30 días, aumentarla. El precio es de entre 100 y 300 euros, dependiendo de la dosis.
Trulicity
Trulicity, con dulaglutida como principio activo, comparte el mismo mecanismo de acción que los anteriores. Es un fármaco diseñado principalmente para el control de la glucosa, aunque con efectos secundarios que ayudan en la pérdida de peso. Se recomienda principalmente para pacientes con diabetes tipo 2, aunque también puede ser utilizado para la pérdida de peso en personas con alto riesgo cardiovascular.
Las dosis de Trulicity es en inyectables de 1,5 miligramos.
Tanto el Ozempic como el Trulicity se financian por la Seguridad Social para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Ha de ser inyectada semanalmente, y su precio en la dosis de 1,5 mg/0,5 ml es de 82,09 o 128,15 € según si la caja es de 2 o 4 inyectables.
Mounjaro
Es un medicamento creado por la compañía Lilly. Mounjaro es uno de los fármacos más recientes y contiene tirzepatida, una doble agonista de los receptores de GLP-1 y GIP (polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa). Lo que se traduce en aumento de la sensación de saciedad y, como novedad, el control metabólico; potencia su acción y nos hace más tolerantes al fármaco.
Su eficacia en la pérdida de peso es muy alta (hasta un 25% del peso corporal en algunos pacientes; el 96% de los mismos alcanza perdidas superiores al 5), y algunos estudios han sugerido que podría ser aún más efectivo que la semaglutida.
El presidente de la Fundación Española de Endocrinología, J. Escalada, destacas sus beneficios para la pérdida de cintura y grasa visceral; excepcionalmente, casi revierte la diabetes tipo 2. Sin embargo, el uso de esta nueva inyección para adelgazar aún está en proceso de expansión y todavía no se prescribe tanto como otros medicamentos.
El precio de la caja está entre aproximadamente 270 y 358 euros al mes; con cuatro inyectables semanales. Y habrá dos posibles dosis, 5 o 10 miligramos.
Victoza
Victoza, también a base de liraglutida, está indicado principalmente para la diabetes tipo 2, pero se ha utilizado off-label para la pérdida de peso. Es similar a Saxenda en términos de principio activo, pero se administra en una dosis diferente.
Las inyecciones para adelgazar deben adquirirse siempre bajo receta médica y administrarse con supervisión médica estricta. No son soluciones milagrosas y su uso indebido puede tener riesgos para la salud. Los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómitos, diarrea y en algunos casos, pancreatitis. Por eso, la supervisión médica es esencial para ajustar las dosis. Los resultados en la pérdida de peso varían según el fármaco y el paciente, pero generalmente se puede observar una pérdida de peso a partir de las 12 semanas de tratamiento.
Esta comparativa de inyecciones para adelgazar te puede resultar útil si te estás planteando recurrir a alguno de estos fármacos. Mientras tanto, no te prives de un buen descanso, ya que un sueño de calidad en un buen colchón puede ayudar positivamente al funcionamiento del metabolismo.
El precio de la caja de 2 plumas es de 114,52 € y su administración es diaria. Caja de 6 mg/ml
Los beneficios de perder peso
Más allá de los estéticos que favorecen la autoestima, los hay por la disminución en los riesgos de padecer enfermedades propias de las personas obesas. Que son mayoritariamente enfermedades cardiovasculares (consecuencia de elevada presión arterial, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, como los ictus).
Aunque también ciertos tipos de cáncer, como el de mama, colon o endometrio; y la diabetes tipo 2.
“Muchos de los pacientes con obesidad no son conscientes que de por si, su sobrepeso, es una situación grave”, QuirónSalud.
Efectos secundarios de las inyecciones adelgazantes
Solo debe ser recetada por un médico. Las inyecciones para adelgazar, todas en común comparten efectos secundarios, relacionados con desequilibrios gástricos: náuseas, vómitos, reflujos, diarreas y estreñimiento. Estos efectos secundarios desaparecerán habitualmente con el tiempo, y se limitan, si el médico prescribe desde dosis pequeñas a mayores, y así nos vamos acostumbrando al medicamento.
También dolor de cabeza, fatiga o mareos.
La perdida de grasa, se acompaña de pérdida muscular. Por lo que es muy recomendable el ejercicio físico que lo evite.
También se han indicado, excepcionalmente casos de pancreatitis y tumores de tiroides. No debe indicarse a pacientes de carcinoma medular de tiroides o con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2, a ellos a quienes tengan antecedentes familiares que lo hayan sufrido.
También los hay positivos, y así los médicos señalan que se han visto mejoras en la presión arterial y en los niveles de colesterol de quienes son tratados. Bien es verdad que se desconoce si es por el medicamento o por su consecuencia: la perdida de peso.
Mantener el peso perdido
Este es el reto. “La mitad de las personas que consumen estos medicamentos, recuperan 2/3 del peso perdido”, El País.
Que la rutina de las comidas escasas -que son suficientes para una vida saludable- se convierta en lo habitual es el objetivo. Pues si esto no se consigue, y se quiere mantener el peso alcanzado, será inevitable seguir administrando el medicamento de por vida.
Con la pérdida de peso, se facilita el movimiento y una vida de mayor actividad. En muchas ocasiones se reducen o desaparecen dolores articulares, que permiten el ejercicio y una vida menos sedentaria. La persona con sobrepeso, que se ha beneficiado de estos tratamientos, debe aprovechar la oportunidad y hacer un cambio real en sus hábitos, hacia una vida más saludable.
La mejora en la autoimagen y el bienestar físico son dos palancas que ayudaran a un cambio real en la actitud del paciente, de sus rutinas y vida.