En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

¿Tienes sudores nocturnos? Te explicamos cómo prevenirlos

sudores nocturnos

Cualquier inconveniente e incomodidad, por pequeños que sean, pueden suponer un grave problema a la hora del descanso. Por la noche, el objetivo de todas las personas es disfrutar de un sueño largo, tranquilo y reparador. Por eso, experimentar situaciones como los sudores nocturnos pueden convertirse en un inconveniente máximo.

Las personas que sufren este escenario de sudores nocturnos saben que no es una cuestión sencilla ni fácil de superar. Por eso es importante saber qué son, a qué se deben los sudores nocturnos y, sobre todo, cómo superarlos.

Qué entendemos por sudores nocturnos

La sudoración nocturna no se produce solo cuando se tiene calor bajo las sábanas o en verano, cuando la temperatura ambiental aumenta: esta dolencia implica vivir episodios repetitivos y continuos de sudoración intensa, mucho más allá de lo que implicaría la situación ambiental.

Esto tiene que ver, casi siempre, con alguna afección o enfermedad subyacente. También afecta a personas en situación de sobrepeso. De hecho, las estadísticas científicas demuestran que las personas con un índice de masa corporal de 30 o más suelen sufrir sudores nocturnos en una proporción mucho mayor.

Por qué se producen los sudores nocturnos

Son muchos los motivos que la ciencia médica atribuye a la aparición de estos problemas. Es normal tener sudores nocturnos en muchos de los siguientes escenarios:

  • Estrés y problemas emocionales: en momentos de gran tensión mental el patrón de respiración es más agitado incluso durante el sueño. Esto está relacionado con la tendencia a sudar más.
  • En ciertos tratamientos médicos: algunos medicamentos pueden provocar este desagradable episodio en las horas de descanso.
  • Cambios hormonales: épocas vitales como el embarazo o la menopausia suelen estar relacionados con la sudoración extrema por la noche.
  • Algunas dolencias sanitarias: el hipertiroidismo, la hipoglucemia, la tuberculosis o la infección por VIH son algunas enfermedades que tienen la sudoración nocturna entre sus síntomas.
  • Sobrepeso: el calor queda atrapado en el cuerpo por el exceso de agua. Esto hace que en el periodo de descanso se produzcan los episodios de sudores nocturnos.

Cómo afectan a tu salud y descanso

Cualquier cosa que perturbe el sueño daña su calidad. Siguiendo esa máxima, sudar mientras duermes es un problema que puede provocar fases de insomnio que desembocan en un estrés grave.

No dormir bien puede desembocar, además, en la aparición de ciertas enfermedades como la presión arterial alta, problemas cardiovasculares o incluso el desarrollo de diabetes tipo dos.

Además, las personas que no pueden descansar bien presentan problemas de irritabilidad, dificultades para socializar y pueden agravar sus situaciones de ansiedad y depresión.

Cómo evitar los sudores nocturnos y mejorar el descanso

Introduciendo unos pequeños hábitos y cambios en el día a día se pueden reducir las consecuencias de los sudores nocturnos, especialmente en personas afectadas por sobrepeso u obesidad.

Un buen colchón

El colchón y la ropa de cama pueden convertirse en verdaderos aliados a la hora de reducir los sudores nocturnos.

Es recomendable elegir colchones realizados con materiales transpirables, que ayudarán a reducir la sensación de estar empapados por la noche.

Además, esto se puede complementar con cubrecolchones frescos y topper pensados para mejorar el descanso.

Ducha y bolsa de frío

Darse una ducha antes de ir a acostarse es una buena idea. Si a esto se suma el uso de una bolsa de frío dentro de las sábanas, la calidad del descanso mejorará exponencialmente.

A esto se puede sumar un mayor control de la temperatura ambiental. En invierno suele ser más eficiente apagar el termostato de la calefacción antes de ir a la cama. En verano, colocar ventiladores o bajar las persianas durante las horas de más sol.

Todo ello puede contribuir a un menor número de episodios de sudores nocturnos y, por tanto, a una mayor calidad de descanso y a un aumento de las horas de sueño.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *