En este blog nos preocupamos de todos los aspectos relacionados con el descanso adecuado y la salud de las personas con sobrepeso. El siguiente artículo creemos que puede resultarte interesante:

Colchones antiescaras: tipos y cuándo son realmente necesarios

Colchones antiescaras tipos

La cama es uno de los elementos de confort de casa que más hay que cuidar. Conseguir un tiempo de descanso de calidad es un objetivo primordial, especialmente en el caso de los mayores o de personas que por diversas circunstancias tienen que pasar mucho tiempo acostadas.

En estos casos se suele recomendar el uso de colchones antiescaras de distintos tipos. Estos modelos ofrecen un confort extra a usuarios con sobrepeso y personas que no gozan de autonomía para moverse por sus cualidades específicas.

Cómo son los colchones antiescaras

Los colchones antiescaras son tipos de estructuras preparadas para que se pasen muchas horas sobre ellas en la misma postura.

Desde el punto de vista de la composición difieren de los colchones tradicionales. En este caso, la superficie de descanso se realiza con distintas técnicas enfocadas en un único propósito: la adaptación al cuerpo y la reducción de los puntos de presión sobre el mismo. Para ello se utilizan estructuras móviles o bien las características de ciertos materiales.

Esto no afecta negativamente a la comodidad, sino todo lo contrario: al confort y a la relajación suman unas ventajas sanitarias muy importantes para estos perfiles de usuarios.

Cuál es la función de estos colchones

Las personas que pasan mucho tiempo en la cama por motivos médicos se enfrentan a un problema de relevancia: la aparición de escaras o llagas por presión. La característica antiescaras del colchón logra que eso no sea así o, al menos, que se reduzcan las posibilidades de sufrir estas heridas de lenta y difícil curación.

El usuario no tiene que hacer nada: es el propio colchón el que se va adaptando en cada momento. Además, suelen estar vinculados a otros puntos a favor del descanso como la regulación de la temperatura, a calmar los dolores musculares y a reducir la humedad del cuerpo.

Tipos de colchones antiescaras

Dentro de la amplia clasificación de colchones antiescaras hay tipos diferentes dependiendo, especialmente, de los materiales y el sistema de alivio de la presión sobre el cuerpo del usuario.

  • Colchón de aire o de presión alterna: los modelos clásicos y más utilizados son los de celdas de aire que se inflan y desinflan de manera alternativa para distribuir el peso del cuerpo.
  • Colchón antiescaras viscoelástico: los colchones viscoelásticos. Este material se destaca por su capacidad de adaptación al peso del cuerpo. De nuevo, esto logra la disminución de los puntos de presión y, por tanto, la reducción del riesgo de sufrir úlceras.
  • Colchón antiescaras de gel: una pequeña capa de gel en la parte superior del colchón es la que realiza la función de adaptación al cuerpo conforme el paciente se va moviendo. Además, estos colchones son perfectos para regular la temperatura del cuerpo.

¿Son realmente necesarios los colchones antiescaras?

Una cosa hay que tener clara: los colchones antiescaras no son para todo el mundo. De hecho, existen contraindicaciones para el colchón antiescaras, que solo está recomendado para personas que deben pasar mucho tiempo tumbadas. Y no para todas.

Por ejemplo, se desaconseja el uso para personas que tienen lesiones en la columna, ya que estas necesitan una superficie de apoyo estable, algo que no proporcionan este tipo de colchones. Tampoco funcionan bien en casos de lesiones de médula espinal, osteoporosis o metástasis ósea.

Por último, aunque no generan tantos efectos negativos, los colchones antiescaras tampoco resultan la mejor fórmula para personas que usan la cama por un máximo de 8 horas al día de media. Para estos usuarios existen opciones mucho más recomendables, cómodas y adaptadas.

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