La artrosis u osteoartritis es una patología crónica y degenerativa que pertenece al grupo de enfermedades reumáticas. Por tanto, hablar de artrosis crónica es una redundancia, aunque es cierto que los síntomas de osteoartritis pueden acentuarse en determinadas circunstancias y que hay factores, como la obesidad, responsables de que la evolución de un cuadro artrósico sea más rápida.
Si deseas saber más sobre la artrosis y sus causas o cómo debes cuidarte si eres un paciente con artrosis y obesidad, te invitamos a la siguiente lectura.
¿Qué es la artrosis?
La osteoartritis es una dolencia derivada de la pérdida de cartílago, bien sea por desgaste, bien por traumatismos repetidos.
La artrosis u osteoartritis es una enfermedad crónica que, sin embargo, presenta días y momentos con sintomatología más aguda que otros. Estos síntomas comienzan con dolor articular no muy bien localizado, que tiende a empeorar con el movimiento intenso y a medida que avanza el día, y se va acompañando de una pérdida en la movilidad de la articulación o articulaciones afectadas a medida que el cuadro avanza hasta la artrosis severa.
Otra manera de clasificar la artrosis se basa en si afecta a una articulación en concreto o se presenta en varias. Cervicales, lumbares, cadera, rodillas y manos suelen verse afectadas a la vez en la artrosis generalizada. Y dentro de este grupo de articulaciones especialmente proclives al desgaste del cartílago, hay que señalar las que reciben una mayor sobrecarga: rodillas y tobillos. En estos últimos casos el sobrepeso afecta todavía más, como te vamos a explicar en un momento (no solo es un tema de peso).
Es inevitable sufrir esta enfermedad cuando se dan una serie de circunstancias, pero es posible ralentizar su avance y alejar la discapacidad que puede llevar asociada.
Relación entre artrosis y obesidad
Es evidente que el sobrepeso empeora los síntomas y la evolución de en los casos de artrosis que afectan a las articulaciones con mayor sobrecarga. Se estima que un sobrepeso del 20 % multiplica por 10 el riesgo de desarrollar artrosis de rodilla y por 7 el de la artrosis generalizada.
En efecto, tejido adiposo parece comportarse como un órgano endocrino más, favoreciendo los procesos inflamatorios por cuestiones hormonales. Por este motivo, la obesidad también aumenta el riesgo de sufrir artrosis en zonas como las manos o los hombros, incluso cuando no hayamos sido deportistas o trabajadores que hubieran forzado estas regiones día tras día.
¿Cómo evitar la artrosis por obesidad?
De la misma manera que es imposible prevenir al 100 % la obesidad, lo mismo se puede decir de la artrosis. Pero si presentas una de ellas necesitas tener cuidado con la otra y adoptar una serie de hábitos para preservar tu calidad de vida.
Ten presente que también hay casos en los que la artrosis posee un componente genético y que el clima de donde vives puede afectar mucho a quienes sufren problemas articulares. Por ello, todo lo que puedas hacer para compensar tu factor de riesgo o frenar la evolución de tu osteoartritis debe ser bienvenido.
Consejos para evitar el dolor articular
A continuación, te damos una serie de recomendaciones que te ayudan a vivir mejor tanto si padeces artrosis como si sufres de algún dolor articular de larga duración causado, por ejemplo, por una lesión que estás dejando pasar.
Dieta equilibrada y un peso saludable
Sabemos que son dos cosas diferentes, por ello insistimos en ambas. La dieta equilibrada ayuda a controlar la tendencia a los procesos inflamatorios, al igual que el mantener un peso adecuado. Pero el normopeso libra a tus articulaciones también del riesgo que supone la sobrecarga en zonas como las rodillas, tobillos y pies.
Evitar la sobrecarga de las articulaciones
Si ya presentas artrosis en el tren inferior, es probable que el uso de un bastón te alivie la marcha. También vas a necesitar prestar atención a tu calzado.
Como verás, en cuestiones de sobrecarga articular no todo se reduce a la báscula. De hecho, puedes estar sufriendo sobrecargas articulares sin saberlo, si duermes en un colchón demasiado blando o con zonas hundidas.
Descansar en un buen colchón con una almohada adecuada o más de una
Cuando tienes artrosis deberías renunciar a las siestas en sofás y asegurarte de descansar en un colchón tan firme como adaptable.
Si eres una persona con exceso de peso, puedes elegir un colchón más grueso u optar por mejores materiales. Los colchones pensados para gente con sobrepeso suelen incluir cubiertas que ayudan a la dispersión del calor, favoreciendo un buen descanso durante todo el año y tienen la ventaja de que los pueden usar también las personas delgadas y los niños.
La elección de la firmeza de un colchón doble debe satisfacer las necesidades de la persona con mayor masa corporal, con el fin de asegurar el descanso de ambos, y de quien presente algún problema de columna o cadera.
Al igual que has de cuidar de la elección de tu colchón, necesitas prestar atención al material y el grosor de tu almohada. La elección de la almohada ideal depende de la postura en la que sueles dormir y de si presentas algún problema en las cervicales o en los hombros. Cuando tus problemas articulares se localizan en la zona lumbar, la pelvis o la cadera, podrías necesitar una segunda almohada para alinear mejor la columna y reducir el dolor.
Un poco de ejercicio adaptado
A pesar de que el ejercicio intenso empeora los síntomas y el cuerpo parece pedirnos reposo, los estiramientos lentos y suaves mejoran el dolor en casos de artrosis y ayudan a preservar la movilidad. Consulta con un fisioterapeuta para que te enseñe qué ejercicios realizar, hasta dónde puedes llevar tu arco de movimiento y cómo hacerlos en la postura correcta.
Calor seco localizado o frío intenso, en función de los síntomas
Cuando las articulaciones afectadas de artrosis duelen más, la aplicación de calor seco suele reducir las molestias a la vez que ayuda a relajar la musculatura de la zona. Ten a mano una manta eléctrica, una bolsa de agua caliente o un saco de semillas y no temas, puedes usarlos tan a menudo como necesites.
Sin embargo, si una o más articulaciones artrósicas aparecen con un edema importante, ¡cuidado! El tratamiento inicial suele ser la aplicación de frío durante unos minutos, para rebajar la inflamación. También podrías necesitar tomar ciertos medicamentos durante esos días en los que la artrosis, por así decirlo, se muestra de manera más agresiva sin motivo aparente.
Más de un 10 % de la población adulta de España padece algún tipo de artrosis. Se trata de una enfermedad multicausal en la que el exceso de peso y las sobrecargas solo pueden acelerar la evolución clínica degenerativa. La obesidad y la artrosis son enfermedades complicadas que causan mayor merma en la calidad de vida si se presentan de manera conjunta,
Si padeces artrosis, obesidad o problemas articulares crónicos puedes adoptar una serie de medidas para vivir mejor y con menos dolor. Algunas de estas medidas se aplican durante el día, para evitar sobrecargar las articulaciones afectadas, pero otras las llevas a cabo mientras duermes, gracias a un buen colchón, adaptado a tus necesidades, y a una postura correcta mientras descansas. En ocasiones puedes necesitar más de una almohada para asegurarte la ergonomía, y siempre debes prestar atención a que tu colchón se encuentre en buen estado y sea de firmeza media o elevada. La firmeza y la adaptabilidad son la clave para un buen descanso, en especial cuando hay problemas articulares.